Queridos estudiantes, padres, profesores y toda la comunidad educativa del Colegio Teresa de los Andes de Bulnes:
Es un honor y una inmensa alegría dar la bienvenida a todos ustedes al comienzo de este año escolar 2024, un año que marca no solo el inicio de nuevas clases y desafíos, sino también el emocionante hito de los 20 años de vida del Colegio Teresa de los Andes.
En este momento especial, reflexionamos sobre el camino que hemos recorrido y celebramos con orgullo la comunidad fuerte y unida que hemos construido a lo largo de dos décadas.
En el corazón de nuestra institución late el lema que nos guía:
Creer, Amar y Servir.
Creer, no solo en la capacidad de cada uno de ustedes para alcanzar sus sueños, sino también en la fuerza colectiva que surge cuando compartimos esas aspiraciones. Este año, les desafío a creer en ustedes mismos, a abrazar la curiosidad y la valentía de explorar nuevos horizontes académicos y personales.
Amar, porque reconocemos que el amor es el lazo que une a esta comunidad en una familia. Amar implica respeto, compasión y empatía. En este año, busquemos oportunidades para construir conexiones más profundas, para apoyarnos mutuamente en los momentos difíciles y celebrar juntos en los momentos de triunfo.
Servir, porque entendemos que nuestras habilidades y conocimientos no solo son para nuestro beneficio personal, sino también para el beneficio de los demás y de la sociedad en su conjunto. Cada uno de ustedes tiene el poder de marcar la diferencia a través del servicio, ya sea pequeño o grande. Busquemos maneras de contribuir al bienestar de nuestra comunidad, extendiendo una mano amiga a aquellos que lo necesitan.
Estamos aquí para nutrir no solo sus mentes, sino también sus corazones y almas. A lo largo de este año, les invito a abrazar el espíritu de creer en sí mismos, amar a los demás y servir con generosidad. Juntos, continuaremos construyendo sobre los éxitos del pasado y crearemos un futuro lleno de posibilidades emocionantes.
Les deseo a todos un año escolar repleto de aprendizaje, crecimiento y alegría. Que cada día sea una oportunidad para encender la chispa del conocimiento, fortalecer lazos de amistad y contribuir al bienestar de nuestra comunidad.
Con entusiasmo y gratitud, les insto a hacer propia esta frase:
“Con el corazón a Dios y las manos al trabajo”.